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 Según datos históricos, en esta serranía vivían los indígenas a quienes llamaban "Los Negritos", sin embargo el dato oficial que se conoce como el inicio de la vida en este lugar data del año de 1639, cuando el marqués de Cadereyta, virrey de la Nueva España cedió a los indígenas los terrenos en donde se ubica Real de Catorce. En el año de 1744 entró a este lugar un grupo de indios Guachichiles y Chichimecas, quemando al pueblo e incendiando los títulos primordiales dados por el marqués de Cadereyta, el incendio era un intento para defenderse de la guerra de exterminio llevada a cabo por los españoles. El pueblo fue reconstruido y fundado nuevamente en 1767, para ese tiempo los vecinos y autoridades que ya regían por aquel entonces, gestionaron ante la Corona Española la confirmación de la cesión de sus tierras, a lo que el rey Carlos III confirmó la asignación de dichas tierras. A partir de 1770 dio inicio la fiebre de los metales en esta región hasta convertirse en un importante centro minero, gran productor de plata mundial. Eran más de 50 minas las que fueron explotadas al máximo, más otras tantas de menor tamaño cuya producción era más baja. Con el descubrimiento de ricas minas de plata, una multitud de mineros y aventureros llegaran al lugar en busca de suerte, entonces el ambiente que se vivía en Real de Catorce se fue transformando pues las condiciones de vida eran totalmente desfavorables; el lugar era inaccesible, no existían caminos, no había agua y los abastecimientos eran difíciles; la población no contaba con ninguna autoridad que se ocupara realmente de hacer respetar la ley. En el año de 1779 fue nombrado por el superior gobierno de México a don Silvestre Alonso López Portillo para que se hiciese cargo de todo lo gobernativo, político y económico; quien condujera al establecimiento, formación y beneficio de este mineral. Se dice que prácticamente a él se le debe la fundación del pueblo. Con mayor orden y antes de la Independencia de 1810, el nuevo mineral experimentó su primer periodo de auge, la riqueza de sus minas se volvió legendaria y eso ocasionó que muchos extranjeros, sobre todo españoles, vinieran al lugar para abrir prósperos comercios y para invertir sus capitales en la explotación minera. Al llegar la guerra de Independencia los trabajos se suspendieron y las minas lentamente se fueron inundando. Para el año de 1821, compañías inglesas empezaron a interesarse por las minas, por lo que poco a poco el movimiento minero volvió a tomar fuerza. Se empezaron a fundar algunas compañías donde los mineros se asociaban y compartían los gastos de explotación los trabajadores tenian un bajo sueldo que gastaban en las "Tiendas de Raya".
El segundo periodo de auge correspondió al gobierno del presidente Porfirio Díaz ya que las leyes favorecieron el crecimiento de la explotación minera. En 1850 se funda la Casa de Moneda en Real de Catorce llamada La Casa Maza por sus fundadores Santos de la Maza y sus hermanos Francisco y Pedro. Esta casa de moneda operó por catorce meses, desde enero de 1865 hasta febrero de 1866 debido a la inestabilidad política que afectaba al país debido a la intervención francesa. A la muerte de Santos de la Maza en 1873, su hijo Gregorio, catorceño de nacimiento pero residente en España, heredó el negocio. Una obra muy importante que se realizó bajo la dirección del hijo de Maza fue la construcción del túnel Ogarrio, que en la actualidad es la principal vía de acceso al pueblo. Desde 1885 hasta el año de 1905, época en que Real pasó por su mejor período; se construyeron para el entretenimiento de la gente adinerada un nuevo palenque de gallos, una nueva plaza de toros y el teatro Lavín en donde se presentaban obras de zarzuela. La Revolución en 1910 provocó la suspensión definitiva de los trabajos mineros por lo que Real empezó a despoblarse, de 15000 habitantes la población llegó hasta 250, entre ellos familias que no pudieron emigrar, extranjeros de diferentes nacionalidades y mexicanos de diversas entidades del país. La gente que se quedó en Catorce poco a poco lo fueron levantando y con el tiempo volvería a poblarse nuevamente. En los años setentas, el lugar se hizo famoso por el peyote, gente de todo el mundo venía en búsqueda de revelaciones y alucinaciones. Todavía al día de hoy un buen porcentaje de visitantes vienen en búsqueda del famoso cactus con la esperanza de que mejore sus vidas. Actualmente Real de Catorce está pasando por su tercer periodo de auge el cual ya no es minero sino turístico, pues continuamente recibe la visita de turistas nacionales y extranjeros atraídos por su historia y su misterio. En el año 2001, Real de Catorce fue incluido en el programa Pueblos Mágicos de la Secretaría de Turismo. Fuentes: Autor:Eréndira Luna. T.C. |
Ubicación Real de Catorce | Construcciones religiosas en Real de Catorce
